viernes, 7 de enero de 2022

Amanecer (56/365)

En estos días, mientras ordenamos la casa con mi madre, nuestra casa, hemos hablado constantemente sobre la vida y la muerte, sobre las cosas y las casas, y terminamos, indefectiblemente, hablando sobre nosotras y nuestros momentos de vivir y de envejecer. Todo lo que poseemos y que con tanto trabajo movemos de una habitación a otra, de una caja a otra, año tras año, tendremos que, finalmente dejarlo atrás. Igual con estos cuerpos, igual con estos días.

Y hablamos sobre cómo queremos envejecer. 

Hoy estuvimos pensando en hacer más ejercicio y comer, cada una, de acuerdo con lo que su cuerpo necesita; mis treinta y siete parecen querer ir más ligeros que sus sesenta y siete, pero vamos ajustándonos para poder compartir las ensaladas, las colaciones, el vino y el café.

La miro, corriendo por la casa entre un oficio y otro, entre las plantas, las llamadas con sus amigas y sus ratos de ocio frente al televisor y pienso en su historia. Hoy, justamente, miraba fotos de sus treinta años, sonriente entre los brazos de mi padre y pensé en mi historia. Mi camino, tan distinto del suyo. Solo por eso es que podemos compartirlo. ¡Qué maravilla!

Recientemente, más que en cualquier otro momento, estando cerca de la vejez de mi madre, me he planteado las preguntas sobre la forma en que paso los días. Es cierto que tengo mucho tiempo libre y que, a lo mejor, pienso de más, pero es un privilegio que intento aprovechar. Vuelvo a mis libros esenciales para pensar en eso, para pensar en mí, como siempre, para hablar de mí... mi obsesión. Vuelvo al diario de K. Mansfield y descanso en la última entrada que escribió, unos tres meses antes de morir:

"Vamos a ver Katherine, ¿a qué te refieres al hablar de salud? ¿Y para qué la quieres?

Respuesta: Por salud entiendo poder llevar una vida plena, adulta, viviendo, respirando vida, en contacto estrecho con lo que amo: la tierra y sus maravillas, el mar, el sol. Todo aquello a lo que nos referimos al hablar del mundo externo. Deseo penetrar en él, ser parte de él, vivir en él, aprender de él, perder todo lo superficial y adquirido y convertirme en un ser humano consciente y directo. Deseo, al comprenderme a mí misma, comprender a los demás. Quiero ser todo lo que soy capaz de llegar a ser para conseguir ser (y aquí he parado y esperado y esperado, pero no sirve de nada; solo hay una frase posible) una criatura del sol."

Miro a mi madre y deseo mi vida, deseo estar presente para mí y respirar cuando respiro. Amanecer. Con eso bastará.  

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