sábado, 28 de julio de 2018

Lazos

Mis pies apenas si tocan el suelo al caminar.
El viento de la ciudad
se cuela por debajo de mi blusa
y me acaricia.

Estoy encantada con la suavidad de este día.

Todo es rosa en la casa:
el aire,
la música.
mi cuerpo que te acoge.
Fresas y champaña al calor del sol de la tarde
y mi corazón...

Ah mi corazón!
anhelante 
hogar de aves y de flores,
ligero de tristeza,
vacilante entre irse o esperar.

Sin sombra,
sin miedo,
envuelto en el uterino silencio
ha nacido un corazón.

viernes, 13 de julio de 2018

Nuestra conversación

Es curioso que siempre hablemos a propósito de flores hermosas.
Tu caminas por un país mediterráneo mirando los almendros florecer
y yo voy de prisa al trabajo
pescando algo de belleza para soportar la rutina de otro día.

Que disfrutas del verano, me dices.
Yo imagino tu piel caliente bajo un sol que no me ha besado
cielos acariciando el mar.

Parece que no hay más que decir que rosas de todos los colores.

Tu
en medio de la ciencia de hacer más bello lo que ya es bello,
yo
alimentando mi alma salvaje con lo que crece al cuidado de dios.

viernes, 6 de julio de 2018

La poesía

Me escribo a mí misma con mala letra y con errores de ortografía.
Manchado el papel, 
derramado el té sobre la mesa 
hago lo mejor que puedo.

Me escribo a mí misma con amor.


Aún no me sale bonito 

pero me escribo de todas formas.

miércoles, 4 de julio de 2018

La fiesta de tu cumpleaños

Un incontable número de pasos
separa tu casa de la mía.

Pero tu sabes, amor de mi corazón,

que estoy viviendo contigo
el sueño de esas calles
y esos pasajes
y las escaleras del subterraneo,
para ir por el el pan y la leche
que ya casi ni se pueden pagar.

Lo que has pasado no ha sido poco

y por eso te mereces una fiesta.
Bailemos hoy
al ritmo de nuestra risa
y celebremos la complicidad de este lazo
tan raro,
tan fuerte,
tan incomprendido.

Encendamos las velas

y seamos descaradas con los deseos.
Cantemos a la madrugada,
borrachas ya
de todo el llanto que nos hemos bebido

Atesoremos

la vajilla de plástico,
la licuadora de juguete
repleta de moras robadas del jardín.

Tu y yo

reparando las lamparitas de la casa de muñecas,
escondidas entre un árbol de tomates amarillos,
inventando cuentos
o haciendo bolitas de arena en la playa.

Repasemos nuestros pasos juntas al colegio,

riéndonos en conciertos,
tomando el sol en un parque,
comprando mis vestidos y tus pantalones.


Esta sensación de tenerlo todo y aun así sentirnos tan tristes.

Pero alegrémonos hoy

-inconscientes de nuestra juventud-
por la poderosa fuerza que corre
en los cinco litros de sangre que le dan peso a nuestro cuerpo.

primer amor

Los mejores regalos llegaban siempre por correo.
Cómo todas las cosas que me importan,
las palabras
las recibí de una mujer.

La emoción de encontrar sobre la cama un paquete cerrado
con veintitres letras redondas: mi nombre.
Nada más abrir el empaque, el olor de la alegría me salpicaba la cara.

No había mucho en casa, pero había libros.

Hay un par resistiendo el paso del tiempo en mi biblioteca.
Amarillas sus hojas y rotas sus esquinas
el amor sigue intacto.