El viento de la ciudad
se cuela por debajo de mi blusa
y me acaricia.
Estoy encantada con la suavidad de este día.
el aire,
la música.
mi cuerpo que te acoge.
Fresas y champaña al calor del sol de la tarde
y mi corazón...
Ah mi corazón!
anhelante
hogar de aves y de flores,
ligero de tristeza,
vacilante entre irse o esperar.
Sin sombra,
sin miedo,
envuelto en el uterino silencio
ha nacido un corazón.
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