miércoles, 23 de febrero de 2022

Buscar sentido (103/365)

El núcleo caliente de lo que soy se agita y hace que la superficie se estremezca. Le pregunto a mi madre ¿Qué sentido tiene estar vivas si vamos a morirnos? La miro de nuevo y me pregunto, en serio ¿Cuál es el sentido de estar aquí, viva? Me parece una pregunta un tanto adolescente, pero es quizás lo único que vale la pena conservar de esa época lamentable. 

Es que estoy enojada y triste y asustada. Justo igual que cuando era adolescente. 

Desde debajo de las cobijas en un rincón de la cama, mi yo adolescente desafía a la otra que soy esta noche y le pregunta con aspereza ¿Qué sentido tiene?

Me aproximo y paso mi mano por su pelo desordenado. Veo la luz de sus ojos, su anhelo, su corazón-coraza. 

Me preguntas qué sentido ha tenido cada mañana y cada noche de forzarnos a hacer cosas que excedían por mucho nuestro horizonte de deseo y posibilidad. Me preguntas qué sentido ha tenido tocar el fondo de algo sin fondo tantas veces. Me preguntas qué ha significado abrir las puertas de los sótanos y seguir bajando todavía más. Me preguntas por qué hemos ido a besar en la frente a un dios. Me preguntas el por que de tanto esfuerzo, de celebrar alguna cosa, de sucumbir a la pena y al placer. Te miro como un embrión de lo divino y eres tú la pregunta y la respuesta. Tú, que no eres sino interrogación; una serpiente que muerde su cola y es una entidad infinita que se repite a sí misma en cada vuelta, que termina y comienza alrededor de sí misma. Me preguntas por el sentido de estar aquí, como si una semilla pudiera ser semilla sin ser flor; estar aquí y no estar aquí son la misma cosa, la flor que es la semilla que es la flor. 

Lágrimas se derraman de sus ojos y reconozco el incendio. El miedo se quema en su interior y la consume. Dentro de poco no habrá sino cenizas sobre la cama. La semilla que es la flor que es la semilla. Era una muchacha valiente. Lo soy.  

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