sábado, 12 de marzo de 2022

Incendios (120/365)

Todas las niñas reciben su corona dorada y son revestidas con capas fulgurantes de fuego; hay majestad en sus rodillas raspadas y sus mejillas trazadas con surcos de mugre abiertos por el llanto. 

Miro en el pasado, una noche de diciembre siendo abandonada en la banca de un parque; veo el corazón de mi niña en llamas. Miro la soledad de mi pequeña recogiendo flores en el antejardín de una casa ajena; sus manitos sostienen una canasta abarrotada de botones rosa pero está aturdida por la confusión. Veo su corazón en llamas. La miro caminando de noche con su mano impaciente en el teléfono. Se engaña cada vez que lo siente vibrar; la llamada que espera no llega nunca. Un llanto como una chispa. Veo su corazón en llamas. 


Mi pasado es un incendio que calcina todo y que hace entrar en calor el núcleo congelado de todo lo que existe. Por encima de las nubes de humo veo las flamas que se extienden de un bosque a otro, de una ciudad a la siguiente en un paisaje de renovada esperanza. La tierra se hace fértil y los sistemas recuperan su balance. La ciencia me informa: "sin incendios, no habría vida en la tierra". 

Acaso, ¿soy algo más que hierba tierna que germina de la tierra nueva? Desde el punto más alto de mi vida observo en silencio mis tierras lejanas. En cada rincón una fogata descontrolada que acaba con todo. Una fuerza, el poder de lo que destruye para regenerar. Mi llanto es de ceniza. Todas las niñas, las muchachas que ya fui, se yerguen sobre los restos de ilusiones y confirman que no hay otra bandera ondeante en este mundo que la de mi corazón generoso y amante. Inauguro continentes y siembro hectáreas de bayas rojas; construyo pueblitos y trazo carreteras que bordean las lagunas. Apilo las ruinas como indicios. El mundo consiste en construir sobre lo que está destruido. Mi amor por ti, se sostiene sobre los pedazos de mi antiguo corazón. Mi ganas de tocarte sobre el éxtasis de mi libertad secreta. Mi palabra que te alcanza es apenas un jirón ondeante en la ligereza del tiempo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario