miércoles, 30 de marzo de 2022

Amar en esta tarde (138/365)

Hay diferentes formas de expresar que amas a alguien. Y la forma que elijas dependerá de las cosas que te conecten con ese alguien. Amar es más lo que das; lo que recibes es adicional, porque al fin de cuentas amar es algo que pasa adentro de una, algo que no pueden inyectarte ni pueden transferirte a una cuenta para que pase a ser tuyo. Amar es una cualidad que se entrena para descubrir que es nuestra cualidad esencial, todo lo demás es artificio. 

Amar, en esta tarde se ve así:

Llego del trabajo entre apuros. Apenas me bajo del bus acelero el paso para alcanzar a comprar algunas cosas para la cena, pero me repito una y otra vez "date prisa, hay que llegar a casa". Lila se ha quedado encerrada y no hay nadie que pueda entrar a darle su comida. Mi perra ha sincronizado su panza con el reloj. Entre más cerca están las 5:30, más se agita. Ya desde las 4:45 empieza a andar de un lado para otro, a subir y a bajar las escaleras, a rasguñar la silla en donde normalmente trabajo. Tan pronto como dan las 5:30 se queda parada al lado de las escaleras y me mira; agita incesantemente su colita y espera. Entonces la miro y con un tono de voz que supongo que reconoce, le pregunto: "¿tienes hambre? (como si no fuera obvio) ¿vamos a comer?" Entonces sale disparada escaleras abajo hasta llegar a su cama en donde se sienta a esperar. Digo esperar por decir alguna cosa, porque esa inquietud no cuenta como esperar. 

Llego del trabajo entre apuros. Caminando a casa con las compras para la cena pienso en que llegaré cuando aun hay un poco de luz y, entonces, podré salir a mi huerta a recolectar hojitas verdes que puedan hacer feliz a un hombre hermoso. Con sumo cuidado -después de alimentar a Lila- salgo y elijo con mi manos las hierbitas aromáticas que, creo, le pueden hacer feliz. Unas ramitas de tomillo, algunas hojas de laurel, un poco de albahaca florecida, perejil y romero, que resultó ser su preferido, que resultó ser el aroma de esta noche y el sabor de un beso que me toma por sorpresa. Nunca más el romero será lo mismo en mi boca. Nunca más podré separarlo de la bella sensualidad de esta noche; algo de otro tiempo, algo que flota y perfuma serenamente mi habitación.

Llego del trabajo entre apuros. Subo a la segunda planta de casa para cerrar las cortinas y al entrar al cuarto de mi madre encuentro una crema para el cuerpo; una crema con aroma de coco - mi preferida- y sobre ella una nota que dice: "disfrútrala" y debajo de esa palabra, caligrafiada de forma maravillosa, un corazón. Mi madre sabe hacer cosas que transforman mi mundo, que me recuerdan que amar es una cualidad que se entrena y que yo tengo la suerte de tener una maestra extraordinaria. 

Amar, hoy y todos los días, es nuestra cualidad esencial. Todo lo demás es artificio.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario