viernes, 24 de junio de 2022

plegaria por mí (224/365)

Con un nudito en la panza dejo que el día se vaya apagando mientras mantengo encendida la llama de la ilusión por un corazón más compasivo y valiente. Escribo aquí algo parecido a una plegaria por mi propio bienestar y mi propia paz. ¿Acaso hay algo mejor que uno pueda desear cuando está deseando el bienestar y la paz de los seres que uno ama? Que pueda mantenerme serena frente a las provocaciones, que pueda mantenerme centrada frente a las dificultades, que pueda mantenerme generosa frente a las agresiones.

Miro con humildad mi corazón lastimado y trato de extender esa visión a todos los seres, especialmente a los que, con o sin intención, me lanzan una mugrecita en el ojo. Que no se me olvide que detrás de toda hostilidad, de toda agresión, sólo hay una herida que no ha sido cuidada y que duele. 

Escribo estos deseos para que se me queden presentes cuando me vaya a dormir y pueda volver a ellos cuando me hagan falta. Me hacen falta por estos días. Que pueda hacerlos realidad en mi vida y en la vida de todos los seres. 

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