domingo, 3 de octubre de 2021

Día 4/30: Obsesiones

 Ayer hablé de mi obsesión por las listas y hoy, justo, se trata de obsesiones.

Si tengo que elegir una para ser puesta a la luz, qué mejor que aprovechar para ventilar una heridita que durante tantos años ha sido cubierta.

Si, también he hecho, obsesivamente, una lista sobre las cosas de mi cuerpo en las que quiero trabajar (y cuando digo trabajar, léase, obviamente, hacer todo lo que esté en mi poder para quitarme de encima la incomodidad que me produce)

Lo primero, siempre, es intentar ser más "saludable", que no es más que un eufemismo para decirme a mí misma que podría estar más delgada de lo que estoy y que nunca hago tanto ejercicio como mi obsesión cree que debería. Pero ya soy bastante delgada y, en realidad, también soy bastante saludable. Pero ese no es el punto. Se trata, al fin y al cabo, de la obsesión con no ser nunca como "en realidad" podría ser; un poco más de esto, un poco menos de aquello. 

Ahora pienso que tal vez hay obsesiones que nos han caído, literalmente, del cielo. En mi caso, de una educación correctamente cristiana y, por supuesto, incuestionable. ¿Quién podría cuestionar la obsesión de mi padre por estar siempre saludable? En mi inocencia, eso era, simplemente, no tener un panza inmensa como la que tenían los hermanos de mi padre. 

!Oh parajoda! de todos, mi padre fue el primero en caer enfermo y morir. 

Y al morir mi padre, ¿qué fue lo que pensé? Pues que debería poder hacer algo para ser más saludable (ya que, al parecer, la versión "saludable" de mi padre se conectaba, directa o indirectamente, con un fulminante cáncer de páncreas)

Así que, hice mía, abiertamente y jurando hacer algo bueno, la obsesión que mi educación me tiró encima y de la cual, hasta el día de hoy, aún no me logro deshacer. La de ser saludable.

Y esa obsesión, que ha sido mi lastre desde la infancia, me ha traído un montón de pequeñas y temporales obsesiones: ayunos, jugos, infusiones, libros, horarios, estilos de alimentación... pero sobre todo me ha traído culpas y vergüenza y llanto. Todo por algo tan  (complete usted aquí)  como ser saludable. 

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