domingo, 24 de octubre de 2021

Día 24/30: alguien que ya no está

 Pa:

A veces me pregunto cómo sería mi vida si estuvieras aquí. Me pregunto si me habría convertido en esta persona que me gusta tanto ser, pero que, me parece, es tan diferente de lo que a ti te habría gustado...

Desde que te fuiste, mi mamá y yo hemos hecho tantas cosas juntas; cosas que nos hacen felices y que sólo podemos hacer porque tu ya no estás. Qué extraño sentimiento. 

Tener tu compañía y no tenerla son dos cosas que se parecen tanto... y se parecen por la intensidad con la que se notan en mi vida. Tener tu compañía siempre fue un recordatorio de todo lo que quería cambiar en el mundo y dentro de mí. No tenerla, ha sido por todos estos años, un recordatorio de que tengo el poder y la libertad para hacerlo. Las dos cosas requieren tanto coraje, tanta honestidad, tanta fuerza para ver las heridas que nuestras formas de amarnos nos causaron... 

Hay días en que siento profundamente la falta de cosas pequeñitas que ponías en mi vida; ahora, que puedo verte como lo que fuiste, igual que yo, un corazón roto y frustrado, un puñado de ilusiones y momentos felices, no hay nada que pueda oscurecer la luz de tu amor brillando dentro de mí.

Tú, igual que yo, hiciste tu apuesta. Unos días ganaste, unos días perdiste. Tú, igual que yo, igual que todos, te miraste en el espejo y viste un profundo anhelo de ser feliz. Unos días lo hiciste, otros días no. 

Tú, igual que yo, te fuiste como viniste, cada día y al final de los días. Creo que, al final, no te fuiste del todo y quizá por eso, porque ahora lo sé, es que me convierto en esta persona que me gusta tanto ser. Y que te guste o no, ya no importa, finalmente, ya no me importa. Y eso está bien. 

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