martes, 19 de octubre de 2021

Día 19/30: rituales matutinos

La mañana es importante, el silencio es importante, empezar despacio y a su propio ritmo es importante.

No sé si por sabiduría o por soberbia, le gusta despertarse antes que el sol y sentarse en silencio a hacer parte de la vida tal como es. La pijama puesta, el pelo desordenado, un par de cobijas en las piernas y las manos en el regazo. Cierra los ojos y pone la atención en la sensación suave del aire al entrar y salir de la nariz. Cuenta hasta 10; hace una pausa; de nuevo; cuenta hasta 21; hace otra pausa; de nuevo; y así, por unos 35 minutos. 

Luego necesita sentir su propio corazón alimentando con sangre fresca cada órgano del cuerpo; por eso, mientras se mueve y se fatiga, sabe que le está haciendo un regalo de amor a cada célula que la sostiene. Le gusta respirar fuerte y sudar y sentir la fuerza cuando fluye en movimiento con el inspirar y el expirar. A veces, cuando debe detenerse algunos segundos en alguna posición incómoda, se pregunta ¿por qué hago esto? y se responde que lo hace porque la vida es también así, le pide, por momentos poder estar incómoda, poder sostener el dolor por un instante, poder hacer algo que cree que no puede hacer, y al final esa incomodidad, ese dolor, esa incapacidad también cesa y la vida sigue y nada grave pasa. Porque es así como la vida se expande y sucede. Es así como ella se expande y existe. 

Y para terminar de empezar, calienta un poco de agua filtrada, justo lo necesario antes de que hierva. Pone con atención un saquito en la taza y sirve el agua despacio; le gusta ver cómo empieza a  tornarse verde poco a poco y a desprender un aroma seco, un poco amargo. Unos cinco minutos después, cuando empieza a disfrutar de su té, se siente como la persona más afortunada del planeta.

Y así todos los días. Casi todos.

Así siente que hay algo de dónde sostenerse, algo que le pertenece y que le da la ilusión de control, de saber lo que está haciendo con su vida y de que es algo bueno, algo que le conviene, algo que brilla entre tanto caos.


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