jueves, 21 de octubre de 2021

Día 21/30: raíces

Querida Mari:

Para los días en que sientas qué ya no sabes a dónde perteneces quiero que recuerdes un par de cosas.

Hay una floración en cada primavera, y cada año, las raíces son más profundas. Contrario a lo que pensábamos, nuestras raíces cambian todo el tiempo; cada parte de nosotras que florece es solo el resultado de haber permitido a las raíces hacer su trabajo en cada momento. Pero el trabajo de las raíces ocurre más abajo, más adentro, donde es más oscuro, más húmedo y más lleno de bichos. Para crecer, hay que dejar que esa parte de nosotras exista y se exprese de una forma vigorosa y natural.

Nuestras raíces: nuestra fuente de nutrición; nuestro soporte en el mundo; nuestra conexión con otros seres.

Nuestras raíces, no son más que la parte de nosotras mismas que crece hacia abajo, hacia lo más escondido, que es también lo más fértil. Cuando sintamos que el viento es muy fuerte y parece que va a derribarnos, lo más sabio es bajar allí donde las cosas se descomponen, y apestan, incluso. Y vamos a encontrar que es todo aquello que está bajo la superficie, lo que realmente puede sostenernos. 

No hay nada en la superficie que pueda sostener a un inmenso árbol como lo hacen sus propias raíces. No hay nada en la superficie que pueda proteger a un brote como lo hacen sus propias raíces.

Cuando nos sintamos brote o cuando nos sintamos árbol inmenso, que podamos recordar que no hay nada en la superficie que pueda sostenernos y protegernos como lo hará la oscuridad de nuestras propias raíces. 

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