domingo, 17 de abril de 2022

Una presencia (156/365)

Hay alguien cuidando de mí. Preparo las arepas del desayuno; la masa está tibia y suave. La luz artificial de la cocina se refleja en el mesón de granito oscuro mientras Lila se sienta y me observa, esperando a ver si hay algo para ella. De fondo, suena la música de un pianista japonés. En la última hora he tenido dos carcajadas y tres indicios de llanto. Hay una sensación de tener la emoción en carne viva al finalizar esta semana. Hago cuatro bolitas de masa y el tiempo se detiene. Percibo en mis manos toda la historia de las cosas cotidianas que, amontonadas, han dado forma a mi vida. Hay una presencia que está siempre detrás de la puerta, lista para entrar. Me desdoblo sobre mí en las labores del cuidado, en los proyectos, en las aventuras y los fracasos. Hay una sombra que está siempre detrás de mí. Todo el terror y toda la ternura se abalanzan sobre nosotras. Mañana será otro día.

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