viernes, 29 de abril de 2022

Emociones de extrañarte (168/365)

¿Cómo le caben a una en el pecho tantas emociones? ¿Cómo es que una resiste adentro tantas fuerzas contradictorias en el espacio de un solo día?

Me dice mi madre que esta semana estuve hermosa. Mi pelo ha funcionado de maravilla de lunes a viernes. Yo le respondo que es el sexo maravilloso lo que me hace resplandecer -me siento resplandeciente de las alegrías del cuerpo- pero reconozco que va mucho más allá, aunque el buen sexo es la mejor cura de belleza que conozco hasta ahora. Mi madre se ríe, con esa risa cómplice que logra que no me importe gastar dos horas atravesando la ciudad para pasar una hora con ella antes de dormir. 

El brillo de esta noche es algo mucho más profundo, algo capaz de atravesar este cansancio, este sentirme sin aliento por el trajín de ir y venir y moverme por toda la ciudad cada día de la semana. Este destello que puedo apreciar no es más que mi propio amanecer, uno más después de la noche de mi corazón. ¿Cómo es que estos cuerpos que habitamos como mujeres son capaces de resistir el maremoto de hormonas y emociones y altibajos que van desde dolores de cabeza hasta la sensación de no ser capaz de aguantar un día más de vida?

La belleza que veo es una belleza transparente que no tiene como velar las partes feas que se arruman en mi interior. Soy de cristal y me rompo infinitas veces. Cada vez es la primera vez y siempre aparezco entera de nuevo. Quizá por eso el sexo nos hace más bellas. Porque en el éxtasis de dejarnos ir en las manos -o en la boca- de otro no tenemos en donde escondernos y entonces desaparecemos, nos deshacemos de esa cosa densa a la que le ponemos nuestro nombre. No pensar en la belleza y entregarse al placer de deshacerse en el sudor y la saliva y los fluidos de otro cuerpo nos hace transparentes. Finalmente aparecemos con todo lo que somos. Amo la contradicción de un orgasmo que dura un instante pero detiene el tiempo por completo. Algo así es la belleza. Abarca todo y lo contiene en lo ínfimo de la materia y el espacio y la energía. Una chispa, un roce, apenas un aliento. ¿Cómo me cabe adentro esta añoranza y esta alegría y esta inquietud por la belleza de las cosas cotidianas que me llevan al placer de estar viva y romperme en pedazos pensando en lo mucho que te quiero, en lo mucho que te extraño, en la falta que me hace la música de tu corazón?

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