martes, 19 de julio de 2022

temor y anhelo (249/365)

Es una parte de uno, lo que uno espera cuando se sienta a esperar.

Es una parte de uno, lo que uno combate cuando todo está por derrumbarse. 

Un poco de temor y un montón de anhelos. Me reconozco en los chicos sin casa que caminan en las noches por las aceras, buscando, esperando, siendo temidos y evitados. El mismo temor en mis ojos; el mismo llanto de un niño pequeño en la oscuridad. Buscamos y anhelamos exactamente la misma cosa que se nos aparece con un rostro diferente a cada uno. Pero cerramos los ojos y ahí está. 

Los miro a medio metro de mí en las escaleras eléctricas. Él le habla al oído y ella balbucea alguna cosa; parece una discusión por la cosa más tonta. Le veo venir mientras espero el carro que viene a buscarme. Se acerca sigiloso a las canecas y pasa despacio mirando de reojo. Yo estoy sentada en la jardinera del centro comercial y a pocos pasos de mí aquel otro mira insistente su teléfono mientras nos miramos sin mirarnos. Me deseo buenas noches con un desconocido mientras en otra aplicación voy cerrando una conversación que nunca acabó de empezar. Hago cualquier cosa para distraerme y dar un paso afuera de esta sed de borrachera que se apodera de mí en las noches tristes. ¿Sigues feliz? me pregunta él. ¿Estaba feliz? me pregunto yo. Temor y un montón de anhelos, eso es esperar, eso es lo que combatimos cuando todo está por derrumbarse. 

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