Ninguna palabra puede decir esta lucecita que se enciende cuando pongo tus canciones y te alojas en el corazón melancólico que anima mi pecho. Ahí te enciendes, ahí brillas, ahí te ríes hasta quedarte dormido. Y sueñas cosas tranquilas, encuentras silencio. Pareces estar en paz... luego viene el amor y la luz. Todo germina adentro de ti, en la humedad y la oscuridad de tu núcleo caliente. Las semillas de la dicha ya se rompen y entonces brotas de nuevo y reverdeces de cara al sol. Es primavera otra vez. El agua está tranquila otra vez y en tu reflejo te reconoces.
Sueñas cosas tranquilas y yo te miro soñarlas.
Bella música, tu música que siembra palabras en mi lengua.
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