Todo se ve diferente en esta luz tan abundante y casi enceguecedora; todo parece más crudo y afilado y yo no termino de encontrar el lugar para los objetos y las emociones y los amores que he traído empacados en algunas pocas cajas.
¿Cuánto tiempo me llevará encontrar la razón de estar aquí, los ritmos que más me favorecen y las alegrías que quiero conquistar?
Necesito un reloj con brújula.
Necesito estirar los días y conectar con el silencio.
Necesito sacar la cabeza del agua y volver a respirar.
¿Cuantos días se tarda el agua en volver a aquietarse después de que un cuerpo vivo ha caído en ella?
Por ahora y mientras los días vuelven a encontrar el curso cierto me dedico a contemplar a mi perra que parece tener todas las respuestas, pero no me las da para que yo las descubra por mí misma y entonces, solo así, yo también sea capaz de tenderme al sol de la mañana y estar perfectamente cómoda en un nuevo lugar, en una nueva vida, con nuestras viejas heridas y nuestras costumbres de amar y dejar que los otros seres nos amen como buenamente pueden.
No hay comentarios:
Publicar un comentario