martes, 26 de julio de 2022

cuasi enfermedad (256/365)

Llevaba varios días deseando enfermarse de alguna cosa para tenderse en la cama sin sentimiento de culpa y simplemente descansar. Su cuerpo -tramposo- le ha dado un ojo hinchado, sin dolor, sin medicación, sin malestar. 
No hay excusa para tenderse en la cama. Sólo se ve feísima con ese ojo apagado y moreteado. Debería ser más explícita la próxima vez. Ahora tiene que esperar semanas, le dijo el médico, para que con suerte la bolita desaparezca sola y no tengan que hacerle una pequeña cirugía. ¡Una cirugía en el ojo! ¡y ni siquiera puede tenderse en la cama en paz!
Está peleada con su cuerpo y no le habla. No le va a perdonar esta falta de lealtad, esta cobardía, este puñal por la espalda. ¡Meterse con su ojo derecho justo ahora que tiene tantas ganas de salir! 
Nada se lo impide salvo la vergüenza; exactamente lo que esperaba erradicar con algo de malestar y cama. Hay que tener cuidado con las cosas que se le dicen al cuerpo, tan sagaz, tan irónico, tan desfachatado. 

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