viernes, 5 de agosto de 2022

Trabajo (266/365)

Paso mucho tiempo de este día sentada en compañía de muchas personas, escuchando hablar sobre el mundo y su fatalidad, pero también sobre el mundo y las ganas de hacer que las cosas sean mejores. Me rodeé de profesores y de otros que, como yo, hemos apostado por ganarnos la vida en una universidad. Pero resulta que es mucho más que eso; resulta que lo que hacemos, cada uno sentado en su escritorio, enviando correos electrónicos, gestionando permisos y escribiendo documentos, excede por mucho la idea de ganarse la vida. Mientras nos ocupamos de tareas que parecen rutinarias, estamos poniendo en movimiento el escenario en donde se despliega el potencial de la vida de cientos de jóvenes. No somos nosotros quienes hacemos que algo bueno pase, pero nos juntamos para inventarnos oportunidades. Así me gusta pensar cuando llego a casa agotada y saturada de realidad. 
Me refugio en esa visión y en la alegría de encontrarme con otros que la comparten. Creer en la bondad me alivia y me sostiene. 

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