martes, 16 de agosto de 2022

Rizos (277/365)

Dejo mi cabello rizado al natural y parece que una parte de mí se despertara. Mi pelo es pura metafísica.

Voy por el día absolutamente consciente de los mechones que cuelgan en ondas alrededor de mi cara, de los destellos plateados que se enredan al lado izquierdo de mi cabeza y me siento como Sansón. Soy capaz de derrumbar las columnas que sostienen las prisiones interiores a pesar de haber sido trasquilada una y otra vez. Mi cabello regresa, un poco salvaje, lleno de sensualidad que no es otra cosa que la consciencia de estar presente en la vida con lo amargo y lo dulce, la consciencia de estar parada sobre mis dos pies pronunciando mi propio nombre... sin gritar pero sin avergonzarme.

Cuanta importancia a algo tan fugaz y casi irrelevante. Pero me gusta mi nombre completo, María Alejandra y me gusta decirlo cuando llevo el cabello rizado. 

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