“el tiempo que quieras” es todo lo que una persona, grande o pequeña, puede tener la osadía de querer. C. Lispector
lunes, 31 de octubre de 2022
Palabra_fracaso (352/365)
domingo, 30 de octubre de 2022
Luz (351/365)
Estar cansada del cuerpo, de todo y recobrar así un poco de luz.
Aceptar que anhelo todo lo que he negado, desde la sangre hasta el fracaso de la vida tal como es.
Mañana voy a preparar puré de papás y coliflor. Voy a ver qué hago para resolver problemas que yo no he creado a cambio de dinero para comprar la comida de mi perro. Voy a terminar de leer un libro sobre la práctica del Zen. Usaré zapatos cafés y un poquito de perfume. Voy a sostener entre las manos mi corazón que está enfermo y necesita cuidados.
Cansada de las cosas de todos los días. Iluminando desde las cosas de todos los días. Iluminada por el cansancio. Agotada, absolutamente, Iluminada.
sábado, 29 de octubre de 2022
Me río (350/365)
Quiero dejar de pelear con este cuerpo al que a veces le exijo de más, al que a veces cuido de menos, dejar de querer que sea diferente de lo que es, de lo que va siendo, de las cosas que se van manifestando con el paso de la vida.
Me aqueja un dolor de hombro con los movimientos más simples; quitarme la ropa, lavarme los dientes, guardar los platos. Me sorprende un pinchazo agudo cada dos por tres. Primero me asusto, luego me enojo, al final me río. Es que todo está perdido, todo está saliendo terriblemente mal, me desarmo súbitamente, todos se enferman y se oscurecen, pierdo, me abandonan, fracaso. Al final me río ¿Qué me hizo pensar que podría ser de otra manera?
Estar aquí, comiendo a hurtadillas en mitad de la noche, no es más que comer a hurtadillas en mitad de la noche. Culpa, fastidio, incomodidad. Leve como una pluma "estar aquí comiendo a hurtadillas en mitad de la noche" no significa absolutamente nada. Todo está perdido. Al final me río.
viernes, 28 de octubre de 2022
Nostalgias (349/365)
Contemplo de lejos una vida que se ha ido para siempre y casi caigo en la tentación de sentirme triste. Es lo habitual, la reacción más corriente. Pero me resisto. Miro con curiosidad, como si fuera alguna clase de tesoro antiguo o al menos un aparato raro que hace música, la vida que ya no tengo, que terminó, quizás antes de lo que yo habría querido, quizá mucho después de que debía terminar. Un día, una vida. Un amor, una vida casi eterna. Miro como una niña que descubre. Como una mujer que se pregunta. Miro, pregunto, pero miro de nuevo y examino con cuidado. Miro mi ex-vida como si no hubiera sido mía y descubro que nunca lo fue. Que ya no queda ni polvo de la que encarnó esos momentos bellos, sin embargo, los residuos de alegría me pertenecen.
Me aproximo con la confianza de quien se sabe dueña de todo para comprender, gozosamente, que nada me ha pertenecido y nunca lo hará. entonces ya no me siento pegada de nada, liviana, libre. Mi vida y sus pedazos, apenas memoria.
jueves, 27 de octubre de 2022
Solo extrañar (348/365)
No es un problema extrañar algo, a alguien. No es una sensación que requiera ser aliviada (a veces). No es tampoco algo que una quiera quitarse de encima. Extrañar es extrañar, solo eso. Poder permanecer en esa sensación tiene algo de encanto. Extrañar no es sinónimo de querer regresar, sino deleitarse en la ausencia de algo bello, algo vital, una sensación de calor y de alegría.
Extraño a un hombre que amo, sí. Pero estamos bien así, al menos por ahora. Yo solo sé traicionar mi corazón.
miércoles, 26 de octubre de 2022
Extraño (347/365)
He estado pensando en un hombre al que ya no veo. Ya no viene a verme a mi casa. Ya no salimos a comprar las cosas de la cena al supermercado de la esquina. Me pregunto qué es lo que extraño. Su olor tan particular. Su risa. La forma en que sus manos agarraban mi cuerpo. Su afán. Su sabor. La sensación desesperante de que no encajábamos de ninguna manera. Mi pasión por su vida. Mi afición por estar enamorada.
Aunque no sepa qué, extraño algo. Él. Nosotros. Mi herida.
martes, 25 de octubre de 2022
Limpiar (346/365)
lunes, 24 de octubre de 2022
vivo (345/365)
Vivo
como vive alguien que no tiene mucho
porque no necesita mucho
porque vive
y eso sacia la ansiedad de tener que inventarse la vida
y de ver venir la muerte
implacable
inmutable
Mi casa es una casa de silencio
domingo, 23 de octubre de 2022
Idénticos (344/365)
Te miro a través del cristal de mi corazón y me descubro en un espejo. El mismo temor, la misma coraza, la misma ilusión. Me veo cuando te acercas y me tomas de la mano. Mi llanto es la humedad que escurre por tu espalda cuando, embriagado de placer, te sacudes desde adentro de tu cuerpo. Me enojo conmigo cuando te vas y me enojo contigo cuando yo me quedo, sin ti, sin mí, solo con la fuerza que se crea en el choque de nuestros anhelos. Somos espejos que replican hasta el infinito la oscuridad y los destellos que nos hacen aparecer tan diferentes. Idénticos.
sábado, 22 de octubre de 2022
llueves (343/265)
Un relámpago
ilumina el cielo y tú
lluvia
torrencial
inundas
de lado a lado
la calle de mi casa
mi casa
el cielo
viernes, 21 de octubre de 2022
jueves, 20 de octubre de 2022
Aprender-Amar (341/365)
Estoy aprendiendo.
Cuidar-amar. Expandirse-amar. Presentarse-amar. Compartir-amar.
El instante crudo. La realidad sin edulcorar. Todo lo que somos al descubierto. Meter los dedos en las heridas -no tener miedo de lo caliente y lo vivo.
Amar no es una emoción, no un sentimiento.
Amar es responsabilidad (desde lo vulnerable) con el propio corazón y el de otro ser
el cuerpo el tiempo la palabra los objetos la emoción la ilusión la herida.
Ni las mejores intenciones nos eximen de lastimar. Nos tropezamos con el anhelo.
Creemos en el amor
los que amamos
Aprendemos de las cachetadas de realidad que todo es más simple
nada importa tanto
como el amor
como el instante
como cuidar
de uno
del amor
miércoles, 19 de octubre de 2022
Cuidar el cuerpo (340/365)
Me duele el hombro derecho desde hace más de dos semanas. Un dolor que ha ido en aumento y que no tiene una causa aparente (como si cargar la congoja de una vida no fuera una carga excesiva) me ha obligado a consultar al médico finalmente. Me recetaron antiinflamatorios tres veces al día, a ver si a lo mejor eso funciona. No sabemos qué es lo que tengo exactamente. Supongo que el tratamiento es por si acaso. Por si acaso es algo que está inflamado y entonces ha de pasar sin mayor complicación. O por si acaso no es nada al final de cuentas y la cosa es que me siento agotada y con ganas de cuidados. O por si acaso es algo más grave pero vamos descartando para darle tiempo al sistema de salud de que pase un mes y llegue la fecha de la cita que logré pedir para algo que me habría gustado consultar ahora mismo.
Este dolor me recuerda el paso del tiempo y el inevitable deterioro de este cuerpo que me sostiene y que por temporadas no cuido lo suficiente, como si tuviera uno de repuesto, como si este hombro que me duele pudiera cambiarse por otro nuevo, otro mejorado, cuando el que uso se acabe de gastar. Como si tuviera otro corazón y pudiera arriesgar este por cada ternura que se me ofrece, como si no importara dejarlo al sol y al agua a cambio de un poquito de atención. Hay que cuidar el cuerpo y sus partes, porque no hay repuestos y las reparaciones resultan siempre deficientes (sobre todo las del corazón)
martes, 18 de octubre de 2022
La vida que quiero (339/365)
No, me es imposible vivir una vida sin estructura. Mejor dicho, no quiero, no ahora, no así; haciendo lo que me dan ganas de hacer y comiendo lo que se me antoja. Parece la descripción de esa baratija a la que llamamos felicidad, pero no es eso lo que yo quiero. A mí lo que me gusta es colgarme una reliquia en el cuello, una joya ennegrecida por el tiempo, un artilugio pesado y sin brillo: levantarme a la misma hora inclusive los domingos, hacer lo que hay que hacer, comer comida que venga de la tierra, guardar silencio cuando estoy a solas, mantener mi cuerpo limpio, mantenerlo fuerte, la ropa bien doblada y la casa iluminada. Quiero apagar la luz cuando es hora, darme cuenta de que respiro, ser capaz de prestarle atención a la gente que amo, sumergirme entre mis libros, aprender cosas que me maravillan.
Disciplina, se llama y es todo lo que quiero.
lunes, 17 de octubre de 2022
Agotada (338/365)
Un dia me despierto y me agota incluso tener que respirar. La sola idea de ser esta persona y sostener esta vida, sacar adelante algún proyecto, así sea mantener mi casa en pie, me parece demasiado. No comprendo de dónde proviene esta sensación. No me explico qué pasó con mi entusiasmo, con esa energía que era capaz de hacerme caminar por encima o por debajo de la masa gris de los días idénticos de un mundo como este. Ni vuelo, ni me sumerjo. Con dificultad me dejo arrastrar por la corriente mientras miro un poco más allá con esperanza. Lo odio.
Pero no tengo alternativa, me despierto un día tras otro y cualquier cosa puede suceder (otra vez se me cuela la esperanza. Otra vez lo odio). Pero lo que en realidad sucede es que la burbuja de vida se rompe incesantemente sin dejarnos apenas contemplarla, cuando apenas estamos estirando los dedos para sentirla, ya está explotando. Soy una niña que llora intentando atrapar una burbuja en el aire.
domingo, 16 de octubre de 2022
Torrencial (337/365)
Vamos conversando bajo el torrencial cobijadas por dos paraguas diminutos
casi ni notamos que tenemos los tenis repletos de agua
que nuestra ropa pesa más en cada esquina
empapada
Estamos escondidas en una esfera impermeable
cálida
nuestra amistad
Yo tengo un perro y tu tienes un gato
tu tienes un hijo y yo tengo estas palabras
nuestro destino es mirarnos a los ojos con compasión
aprender a descifrarnos
a conocernos a medida que nos vamos transformando en lo que somos
¿qué clase de ancianas vamos a ser?
Me asomo a la crisis de los cuarenta
y tú
esplendor
Sentadas en tu sala en ropa de dormir
nos escuchamos y nos decimos con amor lo que pensamos
una sobre la otra
nuestras vidas
ensayos de felicidad
buscando lo que hemos perdido en donde no lo hemos perdido
sábado, 15 de octubre de 2022
Efervescencia de palabras (336/365)
¿De dónde sale la idea de buscar sentido en algo diferente de lo que soy? No hace falta. Hay mucho ruido en el mundo que me rodea, muchos olores, muchos antojos en las vitrinas de la panadería. Me confunden unos brazos fuertes abrazando mi cintura. Me enceguece el blanco brillante de una camisa de lino cruzando el semáforo de la avenida novena con setenta y nueve. No necesito nada de eso porque tengo las palabras y su potencial. Tengo la efervescencia del lenguaje y de lo que pueden hacer las palabras, incluso cuando no se están escribiendo, incluso cuando no son pronunciadas. Me burbujea un impulso, un gozo, un germen escondido en los sonidos posibles de las palabras cuando se ponen unas al lado de otras. No estoy hablando de escribir, estoy hablando de una certeza de existir a través de la experiencia de los libros y las lecturas y la escritura y el compartir un sentido o inventarlo o desvelarlo. Me enamoro de esta vida que sostengo con los hilos finos de las palabras que inventan todo, a mí misma incluso, esta alegría incluso.
Reconquisto un sentido de ser a través de la poesía. Me agarro de las páginas impresas y resisto a la inercia. Ha valido la pena tanta pena y tanto gozo, intentar, nombrarme. Me hago una coraza de palabras y el mundo la rompe en dos, me rompe en pedazos incontables. Un acertijo, una charada. Soy yo en todos los fragmentos. Ninguno de esos soy yo.
viernes, 14 de octubre de 2022
Estela del día (335/365)
¿Qué piensa de nosotros el portero, que vigila a través del monitor? A veces dramatizamos para él. A lo mejor dramatizamos para nosotros mismos.
La puerta se abre y vamos hasta el final del pasillo. Nos llevamos pegada en el cuerpo la humedad caliente.
jueves, 13 de octubre de 2022
Chispa (334/365)
Una pesadez del cuerpo me impide ser la versión de mí que prefiero y me parece que quiero pasarme la vida en la cama, con mi perra lamiendo mi mejilla, las dos hechas un ovillo de pelos y calor y cariño. Me cansa la forma en que opera el día a día de un mundo enfermo que espera que seamos capaces de resistir, medianamente sanos, la exigencia, la perfección, el desamparo.
Estoy harta de que todos estemos cansados y tristes, de que no tengamos suficiente de nada, viviendo abrumados por lo mucho que tenemos. ¿Qué es lo que confunde tanto?
Me pone furiosa el esfuerzo en tantas cosas sin sentido; trabajar cuarenta horas a la semana y apenas arañar momentos para leer poesía en el parque o para caminar con los cachorros el domingo, para ir al cine y tomarnos de la mano con alguien que amamos, para cocinar comida que sostenga nuestra vida y no la apague, para dormir todo lo que el cuerpo quiera y alcanzar, alcanzar a todo, alcanzar a todos. Y eso que soy privilegiada.
Qué incomoda esta ilusión de que el caos tenga dead line. No lo tiene. Es el ciclo de nuestra propia vida, pero insistimos. Descorazonador.
Hay que desarmar la rueda en la que hemos sido embutidos unos sobre otros, unos a costa de otros; darle la vuelta a todo, romperlo, incendiarlo, desistir y renunciar. Hay que hacerlo valerosamente y con dignidad. ¿Importa? Importa. Lo que hacemos importa, la forma en que vivimos importa, la transparencia con la que amamos importa mucho.
El enojo que pone en movimiento es valioso, es la chispa capaz de iniciar la hoguera en donde fundirnos finalmente. Mi útero se calienta y está a punto de explotar. Una fuerza de vida que me susurra que ya hemos tenido suficiente.
miércoles, 12 de octubre de 2022
Gustos (333/365)
Me gusta la vida cuando me gusta y me gusta más cuando no la entiendo. He aprendido a tolerar la sensación de hambre, el silencio pesado de una soledad, el dolor del codo derecho, la luz excesiva de las diez de la mañana, la ausencia, la intermitencia, el desamparo.
Me gustan las cosas bellas y las cosas viejas. Me gustan los cuerpos heridos y cansados. Me gusta el placer pequeño de la casa limpia. Me gusta que me duela verme envejecer. Envejezco. Cambio. Me voy quedando atrás. Me resigno.
Las cuentas regresivas me hacen ansiosa y quiero abarcarlo todo, en mi pecho, en mi día, en mi lista de asuntos resueltos. Me resigno y me obligo a saborear lo que no me gusta de la vida, de mí especialmente, mi amargo, mi descompuesto, mi rancio sabor humano.
Un día, de repente, un gesto amable aplaca todos los intentos de escapar. Y me quiero quedar, quiero sentarme a la mesa y servirme apenas un poco, solo un poquito y saborear -mi propio paso por el tiempo, mi confusión y mi gusto por la vida que no me gusta-
martes, 11 de octubre de 2022
Estoy a gusto (332/365)
Mi pecho es una playa de arena cálida en la que juegas. Te entretienes construyendo montañas y haciendo fosos para capturar un poco de agua. Te mojas las plantas de los pies y dejas huellas cuando vas hacia mi ombligo.
Tus manos ondulan con el agua salada para alcanzar mi cintura y cada vez que llegas me deshago en espumas, en conchitas nacaradas, en algas que llegan flotando a la superficie de un día.
Tu sabor y descubro la razón del silencio y del canto de la oscuridad estrellada. Me quedo quieta para no despertarte y acompaño de cerca tus días de sosiego. Me quedo tendida, infinita, para ti. Soy esta sensación de estar a gusto contigo.
lunes, 10 de octubre de 2022
disciplina (331/365)
domingo, 9 de octubre de 2022
Dichosa (330/365)
Me gustaría tener un conocimiento de la naturaleza que me permitiera crear metáforas sobre sentirme infinita y conectada con el todo; sobre ser un ser luminoso; sobre la generosidad de un amor auténtico. Poder dibujar con palabras imágenes poderosas que conmuevan y que, de alguna manera, capturen las sensaciones de dicha que experimento, al menos fugaces.
Pero no tengo nada de eso. Mi dicha, los trocitos de dicha en que me convierto se parecen más a los mocos que se escurren cuando veo a mi hermana llorar y soy incapaz de sentir otra cosa que su propia angustia y desesperación. Algo que llamo dicha es el golpe seco en el estómago cuando veo en una tienda partituras que me recuerdan a Pablo tocando el piano para mí. Un pedacito de dicha se me aparece cuando la ansiedad me empuja a comerme un sándwich y dos y un poco más hasta la incomodidad física. Soy puro cansancio de una vida circular que no tiene el menor sentido. Una y otra vez lo intento hasta que las razones desaparecen. Un destello de dicha cuando ya no queda nada.
Toco mi teléfono de nuevo para ver si hay algún mensaje. ¿Suena familiar? Tocamos el teléfono y no hay ningún mensaje. Sólo no hay ninguna mensaje. No hay nada más.
No hay más dicha en el océano infinito que en el lavaplatos lleno de loza sucia. No hay más claridad en un amanecer que en la canasta de ropa sucia hasta el tope. La ansiedad, el llanto, el apego, el temor, los celos. La ternura, la compasión, la alegría. No hay nada más. Solo la dicha.
sábado, 8 de octubre de 2022
Encontrarte (329/365)
Te crucé esta tarde por casualidad y la presencia de tu ser tan cerca del mío, invisible, fue una patada de realidad a la altura de mis costillas. Apenas si te pareces a ti, apenas si te pude reconocer en unas manos que no eran las mías.
La veo alejarse mientras tú esperas un instante en el hall del teatro.
¿A qué huele tu cuerpo cuando la música te hace suyo?
¿A qué sabe tu espalda empapada por la emoción?
¿Qué siente apoyar la frente en tu frente
recibir tu aliento dentro de la boca,
el impulso de tu vida,
en la punta de tu lengua el corazón desbocado?
Percibo mi boca inundada de saliva y trago. Vuelvo a la sensación de dolor seco en una parte de mí que no sirve para nada.
viernes, 7 de octubre de 2022
Vienes (328/365)
jueves, 6 de octubre de 2022
extraño (327/365)
miércoles, 5 de octubre de 2022
Jugar (326/365)
Cuando me siento a tu lado quiero hacer de cuenta que no hay dramas en el mundo y que puedo entregarme a esta sensación de estar muriendo de sed mientras en tu boca está la fuente inagotable que mantiene la humedad del mundo en equilibrio. Tu boca melocotón sandía lima. Tu boca llovizna páramo nieve perpetua. Hago de cuenta que no noto la tensión de mi cuerpo cuando el tuyo lo atrae, pero sí la noto y voy jalando, estirando, tensando más, creando una fuerza en la que me puedo parar, más alta, para ver el fondo de nosotros dos. Es un juego y lo voy aprendiendo despacito con los ojos cerrados dejando que tu voz me oriente. Nadie gana. Pero al final ganamos los dos, verdad? Jugar por jugar y hacer de cuenta que no hay dramas en el mundo.
martes, 4 de octubre de 2022
Incapaz de poesía (325/365)
lunes, 3 de octubre de 2022
noche (324/365)
domingo, 2 de octubre de 2022
Universal (323/365)
sábado, 1 de octubre de 2022
Ilusión (322/365)
Todo lo que me desilusiona es buen amigo. Releo esa idea y no la aguanto.
No soy capaz de comprenderla. No quiero.
Y entre más me resisto, más duro me golpea.
Todo destello de ilusión hecho pedazos.
Me hiero las manos intentando retener al menos una parte pequeñita.
Fracaso una y otra vez. Me quedo sola una y otra vez.
Pero no es más que ilusión.
Un buen amigo este dolor y este llanto que intento contener mientras camino de noche regresando de la biblioteca.
Me golpea por dentro con un puño invisible direccionado por mi propia voluntad.
Soy mi mejor amiga.
Ilusión.