Estallan en mi bajo vientre
las partículas de materia que dan origen a un nuevo universo.
Sucede cada vez que paso por los lugares
donde aún sobrevive tu aroma;
y yo,
como un cachorro perdido
rastreo los vestigios de las noches que ya no tengo.
Parece que me gusta este dolor.
Un poco de vino y llanto ahogado entre las canciones que no logro recordar,
las tuyas
las de la emoción de estar viva.
Me contengo
y me empalago con la dulzura que no dejo salir.
Es diferente todo esta vez.
Yo soy diferente,
lo mismo ya no me sabe a lo mismo;
tu me das vueltas adentro,
escondido
detrás del odioso silencio de los días infinitos.
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