domingo, 6 de mayo de 2018

Un hogar

Yo construí un hogar con mis manos.
Encontré cada piedra, cada cerrojo, cada pedacito de madera.
Yo inventé los mecanismos que lo abren y lo cierran,
los que lo mantienen caliente y a salvo.

Yo sola subí las puertas y los cristales
yo elegí los platos y las flores.

Yo, con mis propias fuerzas ajusté los cimientos,
las vigas,
el tejado.
Todo cuanto hay encima,
debajo y alrededor.

No quedó una grieta,
no quedó un desnivel.

Yo con mis propias fuerzas alimenté este cuerpo,
lo levanté y lo cuidé.
Canté, oré, medité y lo dejé como nuevo.

Yo caminé los caminos
e hice las penitencias.
Aprendí los rituales y allí puse mi corazón.

Yo amé con todo el amor
y lloré todo el llanto,
jamás odié, ni ahora puedo.
Yo pedí, hablé, llamé, busqué.

Allí me encontré.
Allí también me perdí.

No hacía falta esforzarme tanto,
aquí debajo de este árbol
al calor de esta estrella que me atraviesa puedo dormir esta noche.
Sólo en este silencio puedo descansar,
entonces saldrá el sol.

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