domingo, 11 de julio de 2021

Este deseo

Este deseo, tan pegajoso y que me hace distraída, me hace tropezar con cosas pequeñitas: una taza de café, una canción, la voz de Felipe, Martín o Pablo...

Este deseo que tantas veces me ha puesto en peligro y que tantas otras me ha salvado de la destrucción. Está bien. Más veces me ha puesto en peligro. Más veces ha incendiado todo el mundo que yo había construido... Ah! este deseo que conozco tan bien. Este baile de arriesgar la vida por un instante de... la misma vida.

Algunas noches, como esta, mi deseo parece hablar más alto. Y para mi sorpresa, no dice sino mi nombre.

Mi deseo me llama esta noche y me anuncia que los vientos cambian. Que hay cosas que ya no tienen mas raíces e inevitablemente se marchitan. Que la muerte está cerca, que la vida vuelve a comenzar, que no hay nada a qué aferrarse, que en realidad no nos tropezamos con nada. 

Y solo suena mi nombre.

Siento esta cosa pegajosa que me escurre por entre las piernas, por debajo de los ojos, que se derrama, incluso, por debajo de mi puerta.

Y me asusta. 

Y me ahoga.

Y me despierta.

Esta distracción que me despierta y que se parece tanto a mi deseo, que me llama por mi nombre y me lo quita todo y me da, al mismo tiempo, todo lo que necesito. 


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