sábado, 1 de septiembre de 2018

Entre la miel

Con ganas de algún sabor dulce en mi lengua
metí los dedos en el frasco de la miel.

unté el índice y el pulgar.
Sentí mi mano atrapada,
el frasco reventó.

Derramado sobre la mesa el oro de las flores y brillante la sangre que brota de mi mano.

Es una cortada profunda, dijo el doctor.
Yo no sabía lo que pasaba
solo un inmenso ardor y sentimientos de haber perdido algo importante.

No puedo sostener el lápiz,
no puedo abrir el libro sin echarlo a perder.

Escondo la mano debajo de falda
pero por la pierna resbala
aquella extraña mezcla naranja,
entre tibia y pegajosa.

Lo único que me apena: he manchado mis zapatos blancos.

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